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De mineros a ganaderos en Valles del Esla
por Alcampo | Ago 28, 2020 | Lo bueno, lo sano y lo local

Fundada en 1996 en la localidad leonesa de Sahelices de Sabero por David Álvarez -quien fuera presidente de Eulen- Valles del Esla es ahora, veinticuatro años después, todo un ejemplo de empresa ganadera en nuestro país. Y lo es porque su puesta en marcha hizo posible la cría de bueyes autóctonos de las montañas leonesas con una fórmula sostenible y respetuosa con los animales y el medioambiente, y porque su creación dio una segunda oportunidad a aquellos mineros que se quedaron sin empleo cuando las minas de carbón de la región echaron el cierre. Mineros que en muchos casos han trabajado o trabajan como ganaderos o matarifes en Valles del Esla. Esta es la historia de una reconversión de éxito y de una apuesta socioeconómica que salió mejor que bien.
Con una cabaña de 2.500 cabezas de bueyes certificados, Valles del Esla puede presumir de ser la única empresa de España que produce buey a gran escala y en extensivo, y de contar con cerca del 25% de la producción europea de bueyes.
Logros que no son en absoluto casualidad sino la consecuencia de más de veinte años de trabajo, que se traducen en una recuperación de animales autóctonos de las montañas leonesas -la raza parda alpina- y de una dinamización socioeconómica de la zona.
Sus ganaderos y matarifes son los perfectos testigos de esa recuperación porque la han vivido en primera persona. Y es que muchos de los que han cuidado y cuidan de esos bueyes son antiguos mineros que vieron como su futuro se iba a pique cuando las minas de carbón en las que trabajaban echaron el cierre.
Gracias a Valles del Esla aquellos profesionales no sólo encontraron una nueva salida profesional, sino que cambiaron “la oscuridad de la mina por el lugar con más luz”, según explica uno de aquellos primero minero y después ganadero. “Muchos de los ganaderos que hemos formado o formamos parte de Valles del Esla encontramos aquí una nueva vida cuando cerraron las minas”, apostilla.
La ‘hermana ganadera’ de Bodegas Vega Sicilia
Una nueva vida que fue posible porque el que fuera presidente de Eulen, David Álvarez, decidió darles una oportunidad de reconvertirse, y lo consiguió. La creación de Valles del Esla, ahora propiedad de El Enebro -también dueña de las bodegas Vega Sicilia- salvó del desempleo y de una incertidumbre laboral que se presentaba muy sombría a más de 100 familias.
Y es que su fundación no sólo reconvirtió en ganaderos a muchos de aquellos mineros. Otros muchos se reconvirtieron en matarifes en el matadero que Álvarez puso en marcha en Sahelices de Sabero, cerca de Crémenes, su lugar de nacimiento.
A los que se convirtieron en ganaderos les entregó bueyes en pupilaje para que los cuidaran en las montañas leonesas. Un cuidado que implica acompañar a los animales en sus libres desplazamientos para que no corran los riesgos que entraña un posible cruce de carretera o un eventual ataque de lobos de la zona. Un cuidado que también lleva implícito que coman pasto natural contribuyendo así a un desbrozamiento natural de los prados de la región.
Por su parte, a los que optaron por reorientar sus carreras profesionales y ser matarifes la compañía les formó para que aprendieran el oficio de los cortes y el despiece de la carne.
Una formación que según apunta Pablo Maqueda, director Comercial y de Marketing de Valles del Esla, continúa haciéndose a medida que los gustos de los consumidores relativos a los cortes de la carne van evolucionando. “Además de la formación inicial que hacen todos nuestros matarifes, les damos cursos de reciclaje para que puedan hacer todos los cortes que pide el mercado”, sostiene el directivo.

Asegurar el relevo generacional
Aquella apuesta por sus ganaderos y sus matarifes sigue vigente. Actualmente Valles del Esla cuenta con más de 65 ganaderos y unos 15 matarifes en su matadero. Todos ellos junto con el personal de la central conforman un equipo de unas 120 personas, y todos trabajan también para que el relevo generacional en Valles del Esla sea posible.
Y es que entre el 60 y el 70% de sus ganaderos y matarifes tiene más de 60 años, por lo que la fecha de su jubilación se aproxima.
“Aquellos mineros reconvertidos en nuestros ganaderos empiezan a jubilarse y en dos o tres años vamos a empezar a ver lo mismo en nuestro matadero, así que ya estamos buscando gente entre los jóvenes de la zona que quiera unirse a Valles del Esla. Poco a poco estamos introduciendo jóvenes a nuestros equipos. Contamos con la ventaja de que ésta en una zona tradicionalmente ganadera y muchos tienen un pasado ganadero en sus familias”, apunta Maqueda.
Algo que corrobora uno de los ganaderos que trabaja para la firma. “Cuando tras dejar la mina conté a mi familia que iba a cuidar bueyes de Valles del Esla no se lo creían. Mi mujer me dijo –‘¿pero qué sabrás tú de ganado?- Y yo le dije –‘pero si me crie entre ganado, nací en esta tierra y pertenezco a estos valles’. Aquí todo está pensado para ellos”, explica.
Profesionalizar el proyecto
Además de garantizar el relevo generacional en Valles del Esla, desde El Enebro todos sus profesionales trabajan -bajo la dirección de Marta Guirao, directora general del grupo- para que la firma siga siendo “muy querida en su zona” y continúe profesionalizándose.
Y es que en línea con lo que puso en marcha su padre, los hijos de David Álvarez han querido dar continuidad a este proyecto al que ahora quieren dar un mayor desarrollo comercial para, entre otros objetivos, “dar a conocer el buey en el sector del gran consumo”, explica Marta Guirao.
Algo que están consiguiendo gracias a cadenas como Alcampo que, con una política claramente orientada a la recuperación de razas y especies autóctonas, apuesta por agricultores y ganaderos que defienden una agricultura y una ganadería sostenible, tanto con el medioambiente como con los animales. Algo que cada vez piden y buscan más consumidores.
Tanto es así que la forma de operar de algunos grupos de distribución como Alcampo, permite que los consumidores de todos los rincones de España ya puedan degustar los productos de Valles del Esla, y comprobar cómo la marca ha dado una vuelta de tuerca a su modus operandi para ser aún más profesional.
“En Valles del Esla hemos invertido para hacer que nuestra marca sea más profesional desarrollando varios departamentos, como los de producción, comercial o marketing. Hemos relanzado nuestra marca con una nueva imagen y un nuevo logo, hemos creado nuestros perfiles en redes sociales y hemos puesto en marcha una tienda online para vender nuestros productos por Internet”, afirma la directiva.

Diversificación en ciernes
Además de todo lo anterior, Valles del Esla se encuentra inmersa en un trabajo de adaptación de sus líneas de producción en línea con lo que demanda el gran consumo. Y aunque sus ventas están concentradas en su totalidad en el mercado español, la apuesta de la marca pasa por salir a vender fuera de nuestras fronteras.
Algo que contempla poder hacer con su cecina de buey, la única que en España cuenta con la IGP Cecina de León. “Estamos viendo la posibilidad de exportar cecina a Europa, sabemos que es un producto al que le falta mucho marketing, pero estamos seguros de que la enorme calidad de este producto tiene un potencial gigante en los países europeos”, asegura Maqueda.
“Valles del Esla tiene un enorme camino por delante y estamos seguros de que el cuidado de nuestros animales, la calidad de nuestra carne y el buen hacer de nuestro equipo nos seguirá dando muchas y bonitas recompensas”, concluye Marta Guirao.EmailLinkedInWhatsAppFacebook